Los domingos el casco de Río Piedras se convierte en un desierto bastante aburrido y deprimente. La Plaza del Mercado, el Paseo de Diego, todo está muerto. Lo único que palpita un poco es la Avenida Universidad donde antes del medio día ya hay gente con cerveza en mano, oliendo la peste que se acumuló, la peste de los jangueos del jueves viernes y el sábado. Una mezcla de orín, vómito y cerveza caliente, el aroma característico de esa Avenida. Pero la más deprimente y aburrida de todas es la calle Robles de la Avenida Ponce de León. El Boricua está cerrado, la Tertulia está cerrada, el Beckett casi siempre está cerrado. A veces no hay ni deambulantes. Pero de vez en cuando la noche trae una agradable sorpresa, por ejemplo, un show de punk. El del pasado domingo tuvo lugar en Cabaré y contó con la participación de Metro City Lights, Carie, Necronazis y la banda que me perdí, Kitsch. Arriba un video con poca luz, así estaba el ambiente, oscuro, ideal para escuchar la palabra furiosa de Necronazis y la épica apocalíptica de Carie anunciando la tercera guerra mundial y pregonando su odio a la raza humana. El sitio no estaba al tope de gente, pero había un buen corillo gritando y mocheando, sin importar que fuera domingo y que el lunes había clases o trabajo, o las dos o ninguna. Total aquí se janguea los siete días de la semana, ya nos acostumbramos a no hacer nada o a hacerlo todo con resaca.
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