miércoles, 28 de octubre de 2009

Llegando de Vivian Girls en Taller C

Río Piedras. Domingo 25 de octubre de 2009. 2:07 a.m

Dentro del Taller C me sorprendió escuchar a Juventud Crasa tocando canciones que no escuchaba hace mucho, canciones que están grabadas en un viejo split cd que compartieron con La Experiencia de Toñito Cabanillas. Siempre vale la pena escuchar a Juventud Crasa. Luego tocó Similar, banda fresca que buscando su sonido mantiene un buen balance entre rock salpicado de pop y la experimentación ruidosa que le inyecta Ariel Hernández a.k.a Pellejo. Terminó Similar y subió a la tarima un tipo con un sombrero negro tomándose un trago. Luego de vacilar un rato, esperando porque el baterista terminara de montar, comenzó a sonar un punk asqueroso con solos de guitarra y coros que parecían inventados al momento. Se llaman los Re-animadores y fue la mejor banda que pudo tocar para dar paso al trío de Brooklyn, Vivian Girls. Cassie Ramone, Ali Koehler y Kickball Katy subieron a la tarima y luego de pedir casi una decena de veces al sonidista "more reverb" y que les subieran o bajaran la voz, animaron a los presentes para que se movieran más al frente y comenzaron a tocar Rock & Roll.





























Quinta edición del Giratorio

La quinta edición del Giratorio, organizado por el Giratoriodekspresión para dar espacio a artistas independientes, comenzó con la presentación de videos de Sketch, dúo que deja corta cualquier categorización. La Sala de las Artes de la Universidad del Sagrado Corazón (USC) estaba completamente oscura salvo por la pequeña pantalla de televisor colocada en el piso de la tarima. Esa tele transmitía imágenes blanco y negro grabadas y otras apropiadas por Samuel y Mirella de Sketch.

Una carcacha de carro estancado en un vertedero, en el que la única posibilidad de ida era a través de las imágenes de la sección "De Viaje" del Nuevo Día, tirado en el baúl del auto. Pietajes de películas de horror de los años 50’ entrelazadas con las más desdeñables imágenes de los medios de comunicación masiva. Un collage visual de horror, ficción, sexo y guerra, salpicado de un humor negro que causó las carcajadas de algunos espectadores. Posiblemente muchos que entraron a la Sala en ese momento no se percataron de que la quinta edición del Giratorio había comezado ya. Las imagenes estaban ahí, pero podían pasar desapercibidas o ser ignoradas fácilmente ya que no fueron proyectadas a escala de una pared, y el sonido llegaba al mismo nivel que alcanzan los viejos equipos análogos de reproducción casera. Los videos eran interrumpidos aleatoriamente por ruido blanco o baches de silencio en el que sólo podía observarse la pantalla en color azul, y a mi lado la cara de un técnico preocupado que en un principio, aparentemente, pensó que había algún problema con el equipo. Duraron alrededor de una hora, pero con la culminación de los videos dio comienzo la presentación en vivo de Sketch.





La Sala seguía oscura y sólo se iluminó cuando en la tarima apareció Samuel tocándose un colorido falo alumbrado por bombillas intermitentes. "Se masturbó" por un rato y luego introdujo el juguete en una boca hecha con una botella de plástico que no se dobló a mamar, si no que permaneció a una altura superior, obligando al falo a subir hasta ella. El sueño trasnochado de Sketch culminó con el sonido de un despertador electrónico cuyo agudo pito no dejó de chillar mientras los integrantes aún estaban tirados en el piso de la tarima. Este acto, pueril por los materiales y las luces de colores primarios que remitían más a juguetes de la infancia que a aparatos sexuales, en realidad fue el más atrevido y arriesgado en el contexto de la institución conservadora y católica que es la USC; Institución que anteriormente ha censurado a artistas, profesores y estudiantes de arte de la propia Universidad.

A la presentación de Sketch le siguió la de Janielsabe quien al lado de sus tornamesas y su mixer colocó una caja llena de viniles de donde sacó cortes de beats pesados, psicodelia y pop de los 80'. Entonces la Sala comenzaba a iluminarse con los visuales de Ralph Vázquez: imágenes del entorno urbano, colores neón y formas geométricas proyectadas sobre los músicos. En otras paredes se proyectaron escenas de películas como Eraserhead (1977) de David Lynch y hasta un loop del momento en que "Tipo Común" lanzó un huevo al infame gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño. La tarima esta vez estaba colocada en el centro de la Sala y las sillas desplegadas al frente y en los laterales.


Harry Rag
, con su guitarra acústica, se insertó dentro del recoveco de cables y sonidos electrónicos que caracterizan al Giratorio. Su presentación fue sencilla, sentado en un taburete, tocando y cantando composiciones originales.








La sorpresa del Giratorio fue la presentación de Félix Adorno, creador de experimentaciones sonoras bajo el pseudónimo Parasolar y quien actualmente reside en Praga. Este se presentó junto a Areceli Pino (Puntito Siniestro). Fue una sesión de ambient en la que jugaron con texturas de sonidos profundos que flotaron por toda la sala acompañados de una fría iluminación azul.




Similar tocó luego. Esta banda que apenas comienza, (aunque cuenta con músicos experimentados de bandas como Tach.de e Introdujos) en su presentación de esa noche discurrió entre canciones rock al estilo del "indie" latinoamericano o español y largos pasajes de ruido (a lo Sonic Youth) que servían de transición entre canciones.



La presentación más inusual dentro de lo que siempre ha sido el Giratorio (experimentación, electrónica, rock) fue la de Brenda Hopkins, pianista y compositora y según Rafael Vega Curry, "una de nuestras jazzistas más destacadas". Esta interpretó temas de su último disco "Recuerdos de Granada" en donde fusiona el jazz con sonidos caribeños y flamencos.

Mientras, afuera, se vendía hotdogs y refrescos y en una mesa camisas com diseños hechas por artistas locales. También apareció un integrante de Juventud Crasa vendiendo cds y viniles 7" de punk.

Luego de las seis de la tarde fue el turno del noise y la experimentación sonora extrema. Todos y todas se aglomeraron en una sesión de apróximadamente una hora. En ese lapso tocaron Cornucopia con la colaboración de Robin Alicea (Shhh), luego un acto de Robin en solitario, Puntito Siniestro, Murumuro y por último Imperio invisible. Tocaron sin dejar espacios en blanco entre unos y otros.

Participaron además otras de las mejores agrupaciones locales que lamentablemente no tuve la oportunidad de ver: Matotumba bajo su nuevo alias Videotrón, la banda shoegaze Pneuma, un proyecto de la banda Tach.de llamado Jesus Christ Scientist, Un.Real, Campoformio, Los Convertibles, y Van Valentine.

Así que el Giratorio sigue variando su oferta y atreyendo más público, e incluso (después de cinco años de existencia de la actividad) la atención de los medios de conunicación masiva. Lo han logrado sin el desmedro de la calidad y el espíritu innovador que los llevó a hacer aquella primera edición del Giratorio en Arecibo.

Prueba de sonido

Participé en este evento invitado por Omar Obdulio Peña Forty, y como no hubo otro medio que lo reseñara me encargué de escribir esta nota y tomar algunas fotos para el récord.


"Prueba de sonido" fueron dos noches de "conversación sonora" organizadas por Omar Obdulio Peña Forty en el segundo piso de un edificio en la calle San Francisco del Viejo San Juan.

Después de pasar por varios cubículos y recámaras con poca iluminación, entraron al cuarto seleccionado por Omar Obdulio para hacer la prueba. Allí se sentaron en un piso alfombrado y abrieron las computadoras, conectaron los monitores y demás parafernalia sonora:


Omar Obdulio Peña Forty

samplers, radio a.m/f.m, mixer, grabadora de caset y amplificador. El salón estaba casi oscuro, la única fuente de luz era la proveniente del monitor de las laptops y la de dos pequeñas lámparas.

La primera noche fue el sábado 22 de agosto y participaron Omar Obdulio Peña Forty, Elveen González Colins, y Joel Cintrón Arbasetti (quien escribe esta nota) frente a un público de dos o tres personas.

La dinámica de la conversación:

Fue una sesión improvisada ininterrumpida. Antes de comenzar acordaron tocar 15 minutos en grupo y posteriormente una pieza en solitario de 10 minutos cada uno. Para finalizar volvieron a tocar en grupo otros 15 minutos. Durante la sesión no hubo comunicación verbal ni visual alguna (que tuviese relación con el sonido) y la transición de una pieza a otra se dio sin intervalos de silencio.

Elveen González fue el primero en tocar solo y su intervención fue tal vez la más musical. Se oían beats de hip hop, pianos y vientos de jazz. Joel Cintrón Arbasetti creó y procesó un loop con parte del sonido ambiental del tren urbano, grabado con el micrófono de su laptop en un viaje de la Estación del Sagrado
Corazón hasta Río Piedras.


Omar Obdulio utilizó un controlador midi, el programa Reason y las frecuencias que capturó aleatoriamente con un pequeño radio a.m/f.m que encontró en el lugar.

La segunda noche fue el martes 25 de agosto. A esta sesión se añadió Joane M. Meléndez Figueroa y el público creció de dos o tres a por lo menos 12 personas. Joanne Meléndez fue la única en utilizar un equipo completamente análogo: grabadoras y reproductoras de caset, un mixer y un amplificador de guitarra. En cada una de las cintas había un loop de ruido diferente sonando al mismo tiempo y con otro aparato Joanne controlaba la velocidad de cada uno. El sonido de la mayoría de sus muestras era tremendamente grave y producía un ruido de textura áspera, similar a un taladro hidráulico cuando su punta está chocando contra una acera de cemento.

Las dos noches la sesión fluyó con mucha naturalidad en todo momento, sin percances técnicos significantes y sin desfases. En la sesión en grupo los participantes lograron acoplarse sin perder sus respectivas particularidades sonoras.















Conociendo a Paoli

El pasado 8 de agosto se presentó en Casa Aboy en Miramar el artista Mario Paoli, compositor de música electrónica, director y diseñador de cine, teatro y video. Una iniciativa de Lisa Ladner y Elstatus.com como saludo al la Segunda Feria de Arte Sonoro.


Mario Erik Paoli nació en Puerto Rico, compositor de música electrónica, director y diseñador de cine, teatro y de video, se traslada a Boston a los 19 años para continuar sus estudios de arreglo y composición entre otros en Berkley School. En el 83' se une a la compañia de teatro experimental Mobius Group. Trabajó con ellos como compositor, diseñador y director hasta 1990. Durante ese mismo tiempo ejerce trabajos de cine y video experimental y funda el grupo Subterranean Video, el cual se dedica a la produccion de television experimental y presentarse en television, cable tv, galerias y museos internacionalmente.

A continuacion un relato del evento:

Mario Erik Paoli es un hombre blanco con la cabeza rapada y lleva un traje oscuro que "engaña", como dijo Andrés Lugo, uno de los músicos presentes para participar en una sesión improvisada junto a Paoli. Y es que el look de Paoli no es el típico de los músicos experimentales de la escena local, y su estilo tampoco. Paoli es un académico y muchas técnicas que la mayoría de los artistas sonoros locales han aprendido por voluntad autodidacta, Paoli las aprendió en la universidad.
Actualmente Paoli es profesor de New School en Nueva York, Estado donde vive desde 1990.


En la presentación del sábado, más allá de demostrar sus dotes como compositor, Paoli, al finalizar cada pieza, e incluso en medio de la misma, contestaba preguntas al público y explicaba paso por paso su proceso de composición.



Paoli presentó algunas piezas pre-grabadas e improvisó otras en vivo utilizando un ordenador portatil, una guitarra acústica, pedales y cajas de efectos. Las piezas eran de corta duración (dos o tres minutos máximo) y la mayoría, tanto las de audio como las de video, seguían más o menos la misma estructura:

Varias pistas de sonido distribuidas a través de diferentes canales, yuxtapuestas y desincronizadas. Eran capas sobre capas; las melodías, sencillas y lentas.

Los ecos, las repeticiones y las pistas en reverso, crearon un ambiente relajante y complejo en el que -por las intervenciones explicativas- no hubo tiempo de profundizar. Paoli dijo ser admirardor de John Cage y en la promoción cibernética del evento se mencionan a Karlheinz
Stockhausen, Terry Reily, Brian Eno, Robert fripp, Keith Rowe, Dereck Bailey, Fred Frith, Orem Ambarchi, Christian Fennesz como influencias.

Una de las piezas que presentó, compuesta con un sintetizador, se titula Atlantics, según él, "porque hace tiempo quería usar ese nombre para alguna canción". Fue grabada en el 1984 en un estudio con 16 canales y consta de 7 pistas individuales de las cuales ninguna tiene que estar en tiempo con la otra, según dijo.

"Están como flotando, como si fueran palnetas que entran y salen de la gravedad", explicó el compositor a los presentes.

El público que escuchaba y preguntaba se dividió en dos grupos. Frente a Paoli y sentados en sillas plegadisas, una audiencia compuesta en su mayoría por personas de mediana edad. Estos hicieron la mayoría de las preguntas al músico e incluso dieron su opinión (muy favorable) sobre sus trabajos.

Al lado derecho de Paoli, algunos de pie y otros sentados en el psio, estaban los más jóvenes, en su mayoría músicos y artistas sonoros. Muchos no han cursado grados en música o sonido, pero lo que explicaba Paoli no era nada nuevo para ellos. Incluso se pudo escuchar algunas risas y miradas incrédulas cuando Paoli comentó, refiriéndose a una pieza de video que presentó, que "eso era imposible hacerlo en digital".

El video, en blanco y negro, era un loop de una escena en donde dos hombres se abrazan y la cual originalmente duraba 5 segunos. Con la repetición de la escena una y otra vez, Paoli logró extender su tiempo de duración.



Antes de presentar ese video, Paoli ya había dado su opinión sobre las ventajas y desventajas de lo digital frente a lo análogo y según él:

"Es más facil en digital, yo disfruto más, tal vez porque vengo de esos tiempos, el proceso análogo. Simula más a escultura, es algo manual, es más manual".

Y refiriendose a las computadoras dijo:

"Rapidito con el mouse y ya, y te sale perfecto... Yo tengo que poner cintas al revés, tengo que grabarlas al revés, tengo que poner las otras cintas, tengo que montar los layers. Lo digital y las computadores es mucho más rápido, es más inmediato. Yo creo que (con lo digital) se pierde mucho el tiempo que uno pasa trabajando la cosa (análoga). Vivimos en un mundo análogo y lo digital es magnífico para muchas aplicaciones, pero yo le digo a todos mis estudiantes que lo digital no es mejor que lo análogo, es diferente, es un modo diferente de hacer códigos, no es que digital es mejor..."

Paoli integra los dos formatos. En vivo utilizó la guitarra acústica y un programa de computadora alemán del 2001 llamado Síntesis Aditiva, según explicó. El programa le sirvió para controlar los sobretonos y asi evitar los "ecos fantasmas": melodías y ritmos que se crean aleatoriamente cuando las harmonías se sostienen por mucho tiempo en el aire. En otras palabras, cuando la tecla que se toca, si se trata de un teclado, sigue sonando por mucho tiempo aun después de haber retirado el dedo de la misma.

En sus piezas, aunque sean improvisadas, le gusta mantener el control, "como en un carro de carrera en el que tú no te puedes volcar", dijo. Y luego de bajar del suyo, le tocó montar uno de los carros de carreras que posiblemente sea el más dificil que se le haya hecho controlar: el de un puñado de artistas sonoros y músicos que integraron una sesión improvisada al finalizar la charla.




Entre ellos se encontraban Calin Dover Tarrats, Andrés Lugo, guitarra de la banda Pneuma y organizador del Giratoriodekspresión; Bernice Cruz, vocalista de Pneuma; Jorge A. Martínez, del colectivo Matotumba; Raymond Rivera Ayala, tecladista y programador de la banda Psiconautas; Lorraine Finkel, vocalista de Odradeck, Claudio Chea, de Cornucopia, y otros.



Lo que no esperaba este grupo de artistas que llegó desde temprano a la Casa Aboy, era que Paoli los dirigiera como si se tratase una orquesta. Acostumbrados a jameos largísimos y sin dirección, donde los decibeles llegan a niveles placenteramente insoportables, algunos músicos no lucían cómodos siguiendo las instrucciones de su director de facto. Tal vez por eso uno de ellos desertó en medio de la sesión.




Al finalizar la primera pieza improvisada, Paoli hizo la siguiente pregunta a los músicos y al público:

"Qué prefieren, que yo los siga dirigiendo o que alguien del público los dirija".


A esta pregunta nadie del público contestó, por lo que Claudio Chea hizo la siguiente proposición:

"Qué tal si nadie dirige".

Paoli aceptó diciendo "perfecto" y apartándose junto al público dejó a los músicos solos.




Luego el director volvió a la escena. Pero antes de comenzar la nueva sesión, Claudio Chea cerró su laptop y se marchó del lugar. Los demás se quedaron. pero algunos no siguieron las direcciones de Paoli y otros ni siquiera lo miraban. Paoli enfatizó en que debían tocar lo más bajo posible, pero la tentación de hacer ruido y tocar todos a la vez parece ser insoportable para los músicos que estuvieron presentes.

Estos contaban con un sintetizador, un pequeño teclado Yamaha x100 conectado a pedales de guitarra, dos máquinas de ritmo Roland, guitarra eléctrica con pedales, un Tehremin Moog, dos hermosas voces femeninas y un director que probablemente nunca en su vida esperaba dar con músicos tan indomables como los de la escena local.



lunes, 19 de octubre de 2009

Figueroa Sancha miente


Figueroa Sancha miente

Contestación a entrevista que hizo Gloria Ruiz Kuilan a superintendente, publicada ayer en el Nuevo Día

Primero: no todos eran estudiantes.

Segundo: no todos los estudiantes eran de la FUPI o de la UPR.

Tercero: los estudiantes se fueron porque así lo decidieron en una asamblea que se celebró en medio del expreso. Otro grupo, el cual no estuvo de acuerdo con decisión de la mayoría, decidió quedarse y no fue sino gracias a la intervención de Rafael Cancel Miranda que cambiaron de opinión.

Así lo atestigua toda la prensa, aquí sólo un ejemplo:

SAN JUAN (AP) — Tras poco más de dos horas de negociaciones y momentos en que parecía que no habría una solución pacífica, la intervención del ex preso nacionalista Rafael Cancel Miranda consiguió que los universitarios que bloquearon el tránsito por casi cinco horas en el Expreso Las Américas abandonaran el lugar en una marcha hacia la Universidad de Puerto Rico (UPR).

No fue hasta que Cancel Miranda se dirigió a los manifestantes a través de un megáfono que los estudiantes transigieron y cruzaron la valla que divide la autopista para ocupar los carriles que van de San Juan a Caguas despejando ese lado de la vía.

"Ustedes se han dado a respetar... vamos a caminar y vamos a resolver esto porque aquí no estamos resolviendo nada. Vámonos de aquí. Yo voy al frente con la frente en alto", dijo Cancel Miranda.

Cuarto: nadie tenía cuartones de madera con clavos, ni cadenas, mucho menos bombas molotov. Sancha dice que lo de los molotov fue "corroborado", entonces yo me pregunto, dónde están los arrestos.

Quinto: la prensa estaba tranquilamente haciendo su trabajo, incluso disfrutando de estar allí ejerciendo su labor. Que pregunten a Julio Rivera Saniel o a Ana Teresa Toro si en algún momento se sintieron intimidados.

Por último:

Dónde está la imparcialidad, dónde está la otra parte, la versión de los estudiantes o de cualquiera que allí haya estado.


Nota relacionada en Indymedia

La marcha y el bloqueo




Crónica breve



En octubre de 1968 se comenzó la construcción de la primera autopista de peaje: la Autopista Las Américas, PR-52, de San Juan a Ponce. La Ley Número 118, del 9 de diciembre de 1993, denominó esta vía como Autopista Luis A. Ferré.


PR-18 begins from PR-22

This short segment connects PR-52 to PR-22 and makes intersections with PR-17 (Ave. Piñero), PR-23 (Ave. Roosevelt), which grants access to Plaza Las Américas (the largest shopping mall in the Caribbean), Ave. Domenech (access to Parque Luis M. Marín). It is mostly 4-lane in each direction.

- Wikipedia

En algún momento, cuando vi que la marcha que salió desde la Ponce de León se desvió hacia la Avenida Piñero y no siguió su ruta hasta llegar a la Milla de Oro, pensé que iba camino hacia otra concentración más. Temí que después del largo trayecto me encontrara de nuevo con líderes religiosos dando discursos pacifistas, sindicalistas exacerbando las masas sin pasarse de la raya, música estridente a volumen exagerado y la bebe lata; los bailes y las consignas que parecen más un día de navidad que una protesta. Y mi temor crecía mientras más nos acercábamos al punto de encuentro.

De camino vi tantas vitrinas desprotegidas que quedaron intactas a nuestro paso, escaparates donde descansaban contentos autos de lujo o muebles de miles de dólares...Pero todo el mundo espera, nadie quiere ser el primero en tirar la piedra.

Pasamos frente a una fila de no sé qué división represora que protegía el Departamento de Educación. En algunos chalecos anti bala podía leerse "División de Arrestos", en otros "SWAT" y los demás simplemente no decían nada: uniformados de negro con granadas de gas colgando de sus pechos, rótenes larguísimos y hasta una mujer vestida de militar y sin ninguna identificación. Y como siempre la gente sabe más de leyes y derecho que los oficiales, no faltó quien les recordara, señalándolos a la cara, que es ilegal no tener la placa a la vista. Así iba un estudiante de la UPR, apuntándoles a la cara con su dedo índice, uno a uno, frente a frente y mirándolos a los ojos les decía:


¿Y tu placa, dónde está tu placa? Y luego al supervisor: ¿dónde están las placas de sus oficiales, usted sabía que eso es ilegal?.







El supervisor mandó a retirar a la línea de oficiales que era una mezcla extraña de agentes de la fuerza de choque, el SWAT y lo que sólo podemos presumir que sean mercenarios. A regañadientes volvieron y se metieron al sótano de donde salieron, el oscuro estacionamiento del edificio de D.E.









De camino también se hicieron muchos grafitis, incluso en restaurantes, edificios de viviendas, concesionarios de auto y todo mural con espacio en blanco fue garabateado, en ocasiones bajo la mirada pasiva de la policía estatal.

Al llegar a Plaza me sorprendió ver que allí también había ventanas de cristal accesibles e intactas. Y tal como lo temía, al acercarme a la tarima de Todo Puerto Rico por Puerto Rico escuché la música, estridente, con ese calor, y la bebe lata, los bailes y demás gestos políticamente nulos...

"Es hora de partir, caminar hasta la estación de tren más cercana, llegaré a tiempo para el noticiario y ver a Rodríguez-Ema sonreír complacido".

Sin embargo, antes de irme, la situación tomó un nuevo giro. Una llamada telefónica me alertó: "en las noticias están enseñando a unos policías dando macanazos a unos estudiantes que quieren tomar el expreso, ¿tú estás ahí?"

Era mi compañera desde el apartamento, enterándose antes que yo de lo que sucedía exactamente sobre mi cabeza, a la altura del expreso Las Américas. Fuimos hacia allá, el estudiante de la UPR estaba conmigo, y al subir nos encontramos con una autopista desolada de autos y llena de jóvenes que la habitaban como a una playa: sentados o acostados sobre la brea, que gracias a varias nubes se mantuvo tibia, mientras otras corrían de lado a lado con sus bicis. Pero la mayoría estaba alerta y a la menor sospecha de que un auto fuese a quebrar el nuevo orden que allí se impuso, se activaban a defenderlo. Ese territorio fue ganado y defendido hasta las últimas consecuencias. La regla era sencilla: simplemente por aquí no pasa nadie hasta que nos dé la gana.

Claro que cuando te percatas que en tu frente y a tu espalda tienes sendas filas de hombres de más de seis pies armados, y en los laterales sólo hay precipicios, las cosas se complican un poco. Estábamos en medio de un desierto de cemento y brea en el que las dos filas de la fuerza de choque sólo tenían que decidir ir hacia el frente, al mismo tiempo, para aplastarnos. Surgieron entonces varias opiniones sobre cómo lidiar con la situación, y en lo que se dilucidaba cual iba a ser la acción a seguir, se quemaron algunas gomas, se lanzaron piedras y botellas a los oficiales y sus patrullas y otros pocos aprovecharon la coyuntura para embriagarse.

Pero lo de la bebeera era lo más que podía esperarse, lo menos sorprendente. Aparte de eso, todo lo acontecido a la altura del expreso resultó ser totalmente impresionante: la espontaneidad, la no dirección, la alta participación, trabajadores haciendo caso omiso a sus conservadores líderes sindicales, la fuerza de choque cediendo ante la postura firme de los desobedientes civiles...

¡Había fuego en medio de la autopista!


*Foto por Noelia González.


Caras tapadas dispuestas a todo, incluso a marchar hasta la Fortaleza o el Capitolio. Hasta se celebró una asamblea de pueblo donde entre marchar hacia el Capitolio, la Fortaleza o la UPR, la última opción fue seleccionada democráticamente por evidente mayoría. Pero hubo muchos que no quisieron marcharse y no fue sino gracias a la intervención de Rafael Cancel Miranda que la gran mayoría siguió adelante hasta llegar nuevamente al punto de partida, los portones cerrados de la UPR. Allí, bajo la lluvia y luego de debatir por un rato, decidimos irnos a nuestras casas, victoriosos y sin olvidar que ese fue sólo el comienzo de una intensa lucha que no parece que vaya a parar hasta llegar a las últimas consecuencias.


*Las demás fotos fueron tomadas por Joel Cintrón Arbasetti


Más Fotos:


Mía Chardón, reportando para Estejodio.com




Policía protegiendo a el Papa





Querían pasar



Asamablea





El honorable cerdo de Puerto Rico vuelve a hacer aparición






....Con su bomba molotov, PUM...